He visto diversas películas españolas que, de manera directa o indirecta, narran partes, hacen referencia, giran o tiene como eje principal la Guerra Civil.
He leído novelas sobre lo mismo.
He revisado en la prensa actual la resolución de casos de esta etapa en nuestros días, he visitado exposiciones fotográficas y de carteles sobre ella.
Durante algún tiempo me pregunté, porqué seguían y seguían expresando sucesos, aún después de 7 u 8 décadas. Porqué no olvidaban ya, enterrando ese dolor. Estas divagaciones, sucedieron antes de que yo supiera que un dolor enterrado seguirá doliendo, una afrenta no se esfuma sino se conversa y reflexiona, un malestar no desaparece hasta entenderle y asimilarle, pues entonces se puede tomar coniencia de las dimensiones de dicho dolor, afrenta o malestar y se pueden encontrar los caminos para canalizar la energía estancada, para sublimar de alguna manera creativa dicho desasosiego.
Así pues, los españoles han filmado, cantado, declamado, dibujado, pintado, colegiado y mostrado (entre algunas otras expresiones que se me escapen) su dolor, el de sus abuelos, el de sus padres y el que les ha tocado a aquellos que nacieron aún cuando Franco hubiera muerto.
Nuestra producción cinematográfica expone en algunos casos el dolor, pero no lo resuelve, no lo sublima, sencillamente nos habla de la pobreza actual, de los sufrimientos en pequeño por el hijo muerto, por la madre abnegada, por la delicuencia, pero no lo liga a su pasado.
Esta carencia de guiones profundos, dice el no-crítico de cine, Juan Villalobos, que en gran parte se debe a ignorancia, a que los guionistas no leen, no hacen investigación, no llevan a cabo exploración de campo con referencia a la teoría.
¿Será este supuesto de peso? o ¿será que no hemos entrando en contacto con el dolor y por ende a una canalización creativa del mismo?
dfcg
