domingo, enero 30

Un poco del mundo

Algunas veces llegan buenas notas por los mensajes cadenas, hoy decido archivar ésta para consultas posteriores.


El irrespeto por la naturaleza ha afectado la supervivencia de varios seres, y entre los más amenazados está la hembra de la especie humana.

Tengo apenas un ejemplar en casa, que mantengo con mucho celo y dedicación, pero
en verdad creo que es ella la que me mantiene. Por lo tanto, por una cuestión de auto-supervivencia, lanzo la campaña “Salvemos a las mujeres”.

Tomen de acá mis pocos conocimientos sobre la fisiología de la feminidad, con el fin de que preservemos los raros y preciosos ejemplares que todavía quedan:



1. Hábitat:

La mujer no puede vivir en cautiverio. Si está enjaulada, huirá o morirá
por dentro. No hay cadenas que las aten y las que se someten a la jaula
pierden su DNA. Usted jamás tendrá la posesión sobre una mujer; lo que la va a atar a
usted es una línea frágil que necesita ser reforzada diariamente.

2.Alimentación correcta:

Nadie vive de la brisa. La mujer vive de cariño. Déle en abundancia. Es cosa
de hombre, y si ella no lo recibe de usted, lo buscará en otro. Besos
matinales y un “yo te amo” al desayuno las mantienen bellas y perfumadas durante todo
el día. Un abrazo diario es como el agua para los helechos. No la deje
deshidratarse. Por lo menos una vez al mes es necesario, si no
obligatorio, servirle un plato especial.

3. Flores:

También hacen parte del menú. Mujer que no recibe flores se marchita
rápidamente y adquiere rasgos masculinos como la brusquedad y el trato áspero.

4.Respete la naturaleza:

¿No soporta la TPM (tensión pre-menstrual)? Cásese con un hombre. Las
mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue en el día, de discutir sobre la relación. Si quiere vivir con una mujer, prepárese para eso.

5.No restrinja su vanidad:

Es propio de la mujer hidratar las mechas, pintarse las uñas, echarse
labial, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar aretes, comprarse
muchos zapatos, pasar horas escogiendo ropas en un centro comercial. Comprenda
todo esto y apóyela.

6.El cerebro femenino no es un mito:

Por inseguridad, la mayoría de los hombres prefiere no creer en la
existencia del cerebro femenino. Por ello, buscan aquellas que fingen no tenerlo (y
algunas realmente lo jubilaron). Entonces, aguante: mujer sin cerebro no es mujer,
sino un simple objeto decorativo. Si usted está cansado de coleccionar
estatuillas, intente relacionarse con una mujer.

Algunas le mostrarán que tienen más materia gris que usted. No les huya,
aprenda con ellas y crezca. Y no se preocupe; al contrario de lo que ocurre con
los hombres, la inteligencia no funciona como repelente para las mujeres.

7.No haga sombra sobre ella...

Si usted quiere ser un gran hombre tenga una mujer a su lado, nunca atrás.
De esa forma, cuando ella brille, usted se bronceará. Sin embargo, si ella
está atrás, usted llevará una patada en el trasero.

8.Acepte:
Mujeres también tienen luz propia y no dependen de nosotros para brillar.
El hombre sabio alimenta los potenciales de su compañera y los utiliza para
motivar los propios. Él sabe que, preservando y cultivando la mujer, él estará
salvándose a sí mismo.



Mi amigo, si usted piensa que la mujer es demasiado costosa, vuélvase GAY.
¡Sólo tiene mujer quien puede!




Luis Fernando Veríssimo